AAPP: Más de 1.000 personas perdieron la vida en Birmania desde el golpe de Estado
Muchos de los cadáveres hallados muestran signos de tortura y algunos habrían sido ejecutados

Foto de EFE
EnEspañol24.com.- La Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) informó que más de 1.000 personas perdieron la vida a raíz de la brutal represión de las autoridades desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero pasado.
“Según nuestros datos, 1.001 vidas inocentes han sido asesinadas. Aunque el número real de víctimas puede ser mucho más alto”, apuntó en un breve mensaje a través de las redes sociales Tate Naing, secretario de AAPP, con sede en la localidad tailandesa de Mae Sot, cerca de la frontera con Birmania, reseñó EFE.
El Ejército tomó el poder mediante un golpe de Estado incruento que terminó con una década de incipiente democracia y arrestó a los principales líderes políticos antes de la jornada inaugural del Parlamento resultante de las elecciones del pasado noviembre.
Tras unos días de tensa calma, miles de personas comenzaron a salir a la calle para exigir al régimen militar el restablecimiento de la democracia y respeto para los resultados de los comicios, donde arrasó, como ya hiciera en 2015, el partido liderado por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi.
El 19 de febrero, Mya Thwe Thwe Khine, una joven de 20 años que participaba en una protesta en Naipyidó, falleció tras recibir un disparo en la cabeza y se convirtió en la primera víctima mortal desde la toma de poder.
Al paso de los días la violencia fue en aumento y llegó a todos los rincones del país, con masacres de civiles como la registrada en abril en Bago, a unos 70 kilómetros de Rangún, donde al menos 82 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad.
A ello se le suma, uno de los hechos más sangrientos que se registró a lo largo de julio en la ciudad de Kani, en la nororiental región de Sagaing, donde AAPP contabiliza al menos cuatro matanzas con un total de 43 muertos a manos de las autoridades.
Muchos de los cadáveres hallados en Kani muestran signos de tortura y algunos habrían sido ejecutados, denuncia este miércoles la oenegé birmana en un informe centrado sobre las masacres allí ocurridas