¡Cuidado! Llega la menopausia y con ella el uso de terapias hormonales
Las hormonas que se usan para la terapia de la menopausia derivan de distintas plantas y animales, pero también pueden ser de fabricación humana.

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No todas están recomendadas para la población femenina, se debe buscar la que mejor se adapte a la condición individual
La terapia de reemplazo hormonal es un medicamento que contiene hormonas femeninas y se toma para reemplazar el estrógeno corporal que el organismo deja de producir durante la menopausia. En tanto, se usa generalmente para tratar los síntomas ligados con la etapa menopáusica de la mujer como los sofocos y las molestias vaginales.
Las hormonas que se usan para la terapia de la menopausia derivan de distintas plantas y animales, pero también pueden ser de fabricación humana, es decir, desarrolladas en un laboratorio. La estructura química de estas hormonas es similar, aunque no idéntica, a la que produce el cuerpo de la mujer.
Esta terapia se ha empleado durante décadas en mujeres para aliviar los síntomas menopáusicos. También se conoce como terapia hormonal en la menopausia, y se puede encontrar con la abreviatura de sus siglas en inglés HT o MHT. A su vez, ayuda con la disminución de la pérdida ósea y la reducción del riesgo de fracturas en mujeres posmenopáusicas.
Existen diferentes tipos de terapia de reemplazo hormonal, algunas poseen únicamente una hormona, mientras que otras tienen dos. En la mayoría de los casos estas son píldoras que se toman diariamente, pero también hay versiones en cremas vaginales, parches cutáneos, geles y anillos.
No obstante, se debe tener presente que existen riesgos asociados con el uso de la terapia hormonal, los cuales van a depender del tipo de terapia hormonal, la dosis recomendada y el tiempo durante el cual se ingiera el medicamento, además de los cambios y riesgos en la salud de cada paciente.
Es por ello que la terapia hormonal se tiene que adaptar a las condiciones individuales de cada persona y mantenerla frecuentemente monitoreada para asegurarse que los beneficios están por encima de los riesgos, y en caso contrario, realizar una evaluación para determinar os factores negativos y sustituirlos para un mejor resultado.
Estas terapias de reemplazo hormonal tienen algunos riesgos, para algunas mujeres aumenta la posibilidad de generar coágulos sanguíneos, derrames cerebrales, ataques cardíacos, enfermedad de la vesícula biliar, hasta cáncer de mama, pero como se menciona al principio, las contraindicaciones varían de acuerdo con cada mujer que, guardará relación con su historial clínico y estilo de vida.
El especialista de cabecera es el encargado de analizar los riesgos y beneficios. En caso de decidir someterse a la terapia, es importante que sea la dosis más baja y por el menor tiempo posible para que las afectaciones secundarias no sean mayores.