Diez razones para beber una copa de vino

Siempre y cuando se tomado con moderación es muy saludable. Es bueno para prevenir o combatir algunas enfermedades, con solo una o máximo dos copas al día

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EnEspañaol24.com- Una de las bebidas más antiguas del mundo es el vino, fiel acompañante en las mesas de los comensales que incluso tiene un marcado simbolismo religioso. Desde hace algún tiempo es usado porque tiene beneficios para el organismo, comprobadas por la ciencia en la era contemporánea.

Siempre y cuando se tomado con moderación es muy saludable. Es bueno para prevenir o combatir algunas enfermedades, con solo una o máximo dos copas al día. Se debe recordar que el abuso de bebidas alcohólicas es nocivo para la salud y puede provocar dependencia, así como un efecto contrario a los beneficios que se mencionan a continuación:

Previene el envejecimiento celular

El vino contiene Flavonoles, resveratrol, polifenoles, antocianinas, ácidos fenólicos; todas estas sustancias actúan contra los radicales libres y ayudan a retrasar el envejecimiento de las células.

Evita la diabetes

El vino tinto es rico en antioxidantes, por lo que es capaz de estabilizar los valores de insulina en la sangre, esencial para las personas que padecen diabetes. Existen estudios es fase de investigación que demuestran que el resveratrol controla los niveles de azúcar en sangre.

Reduce el colesterol malo

Existe en el mundo de la nutrición la denominada “paradoja francesa”, se trata del por qué los franceses casi no sufren de colesterol si consumen grandes cantidades de grasas de origen animal. Esto se debe al consumo de vino tinto que actúa como vasoprotector, impidiendo que las moléculas lipídicas se depositen en las venas y las obstruyan.

Despierta la inteligencia

Estudios realizados por especialistas demostró que un consumo moderado de vino aumenta la respuesta cerebral a ciertos estímulos, tanto en términos de calidad como de velocidad. Aumentando la creatividad en un 50%. Sin embargo, comenzar a beber vino no incrementará la inteligencia de la noche a la mañana. Además, el abuso de esta bebida destruye las células cerebrales.

Favorece la digestión

Los azúcares, el efecto estimulante del alcohol y el buen sabor del vino ayudan al aparato gastrointestinal a funcionar al máximo de las prestaciones. Por eso, el consumo moderado de vino facilita la digestión y previene algunos trastornos como el síndrome del colon irritable.

Acompañante en las dietas

Tiene un bajo contenido en calorías, en menos de 2 por copa. El vino tiene un efecto calmante en el estómago y permite atenuar la sensación de hambre durante una dieta hipocalórica, lo que favorece la digestión y genera un efecto termogénico al acelerar el organismo y la quema de grasa.

Protege el corazón

Los antioxidantes y polifenoles, sobre todo el vino tinto, ayuda a proteger la salud del corazón. Es un vasoprotector y reduce las posibilidades de sufrir ictus, infarto o enfermedades cardiacas.

Previene los cálculos renales

Evita la formación de cálculos renales si es consumido en pequeñas cantidades, gracias a su poder antioxidante y alcalinizante, lo que permite “purifica” la orina.

Previene la Alzheimer

El resveratrol protege las células cerebrales, previniendo así la aparición de algunas enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Sin embargo, el exceso de alcohol destruye la sinapsis y limita el paso de los impulsos eléctricos en el cerebro.

Combate la hipertensión

El vino es un anticoagulante eficaz el cual permite relajar arterias y venas, reduciendo el riesgo de sufrir una trombosis, ictus e infartos. Un consumo moderado hace que las arterias recuperen su forma y su función.

Referencias