Kunyaza: Técnica africana para orgasmos de otro nivel

Se dice que el origen del Kunyaza proviene de una leyenda y es que en los tiempos de la Tercera Dinastía.

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Una de las características más interesantes es la cantidad de líquido que expulsan las mujeres tras la excitación mediante esta práctica

El Kunyaza es una práctica sexual tradicional con origen en África Central y países del oriente africano como Ruanda. Esta palabra tiene por significado ‘orinar’ o ‘eyaculación femenina’ en idioma rundí.

Es una técnica milenaria que consiste en estimular las terminaciones nerviosas de la vulva con el glande del pene, con los dedos o bien con algún juguete sexual, y una de sus principales particularidades es la cantidad de líquido que expulsan las mujeres durante esta práctica, además de la intensificación del orgasmo femenino.

Se dice que el origen del Kunyaza proviene de una leyenda y es que en los tiempos de la Tercera Dinastía, un rey llamado Kamagere se fue de excursión militar, y como la reina, que se sentía sola, buscó un compañero sexual entre la guardia real, pero éste, nervioso por las represalias del rey, no la penetró, sino que comenzó a frotar su pene hacia arriba y abajo con los genitales de la reina.

Asimismo, existen diversas teorías que confirman que esta práctica data de una larga tradición, incluso, algunas entrevistas destacan que un gran número de personas mayores a 70 años afirmaron que sus abuelos lo practicaban y se encargaron de transmitir el legado a las siguientes generaciones.

¿Cómo se emplea?

Para esta técnica es importante la lubricación, por lo que se recomienda usa un lubricante a base de agua para que la experiencia sea más placentera y así evitar fricciones o roces molestos para los participantes. Al momento que la mujer esté lubricada, se colocará boca arriba, o en posición del perrito, y el hombre comenzará a usar su glande para acariciar la vulva.

Una de las claves es que el hombre use sus manos para dirigir el movimiento y pase por los labios mayores y menores con leves caricias hacia el clítoris. No importa la dirección de los movimientos, siempre que sean suaves y delicados y no exista en ningún momento la penetración, pero sí puede acompañarse de caricias y besos por todo el cuerpo, así como cualquier juego que aumente la excitación al máximo.

Estimulación externa

Como se menciona anteriormente, el clítoris se fricciona lentamente y con lubricante, y el movimiento debe ser a la misma velocidad de arriba abajo y pasando por toda la extensión de la vulva, para que aumente el deseo y la excitación. Al momento que la vagina comience a lubricar de forma natural, es necesario cambiar el movimiento, es decir, hacerlo con la misma velocidad pero desde encima del clítoris, pasando por los labios externos, la apertura de la vagina, hasta el final de la misma.

Estimulación interna

Una vez la vagina tenga una lubricación abundante, se puede pasar a la penetración, pero no completamente, es decir, no introducir el miembro hasta el final. Primero se penetra con el inicio y de forma lenta, en ese momento también se estimulará la lubricación, pero para alcanzarlo deben estar en esta situación por un rato, a la vez que se combina con penetraciones un poco más profunda, todo esto con la ayuda de las manos para mayor estimulación y placer.

Es importante conocer que ambas situaciones se deben ejecutar progresivamente porque, de lo contrario no se conseguirá la eyaculación y el clímax. Delicadeza y lentitud son dos palabras que juegan un papel fundamental en la práctica del Kunyaza, par un resultado completamente satisfactorio.