Leyes venezolanas siguen sin tomar acciones para la protección de personas transexuales
Debido a la falta de normativa para hacer valer sus derechos e identidad, con frecuencia son discriminados en lo laboral y educativo.

Foto: Pixabay.
En 2009 la Asamblea Nacional emitió una modificación en la normativa para el cambio de nombre de estos individuos, pero quedó hasta ahí
El colectivo de travestis, que se incluye dentro de la comunidad LGBT, en Venezuela no está exento de malos tratos, discriminaciones y violencia, sin leyes precisas para abordar el tema de la protección de sus derechos humanos, pues no existe una normativa clara para el reconocimiento de esta población dentro de la sociedad venezolana.
Venezuela se posiciona entre los ocho países con mayor atraso a nivel mundial y el tercero de América Latina, esto como consecuencia de no emplear y ofrecer mecanismos para autorizar, entre otras, el cambio legal de género, convirtiendo así a los transexuales en una especie de personas indocumentadas.
Esta situación deja como consecuencia que en la nación caribeña no solo están expuestos al escarnio público, burlas y discriminación, en todo momento que presentan su documento de identidad, puesto que su nombre no corresponde a su imagen, siendo víctimas, además de otros tratos que vulneran sus derechos.
Los cuerpos de seguridad del Estado tampoco ofrecen protección a este colectivo, quienes deben someterse a impedimentos al libre tránsito, atropellos y arbitrariedades que dejan afectaciones en su estabilidad mental y física.
Además, son propensos a que se les violen sus derechos laborales y educativos, con poca frecuencia las personas transexuales son recibidas en las empresas, disminuyendo así su igualdad de oportunidades y superación dentro del campo laboral, esto sin contar las remuneraciones a las cuales tienen un acceso reprochable.
Debido a la falta de normativa para hacer valer sus derechos e identidad, con frecuencia los transexuales son discriminados en las aulas de clases, a causa de que, en la mayoría de los casos, por no decir en todos, el nombre legal no guarda relación con la imagen que muestra, siendo sometido a burlas y consecuencias en el tema de las asistencias, presentación o evaluaciones. Esto sin contar que, al momento de graduarse, el nombre que aparece en el título tampoco está en sintonía con su imagen.
La alimentación y salud son otros temas complicados para los transexuales en la nación latinoamericana, para la adquisición de cualquier producto médico o algún alimento es casi imperante en la mayoría de los establecimientos presentar el documento de identidad y, cuando una persona trans presenta un documento que no va en sintonía con su imagen, queda expuesto a que no se le preste el servicio.
No obstante, en el año 2009 la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de ese entonces emitió una modificación en el Artículo 146 de la Ley Orgánica de Registro Civil, con el objetivo de permitir el cambio de nombre. Ese mismo año, la diputada Iris Varela aseguró que las personas transexuales podrían cambiarse el nombre tras la modificación de la ley, pero hasta la fecha ninguno ha podido realizar dicho trámite.
Venezuela tiene una deuda que saldar con el colectivo transexual para hacer valer sus derechos y que se les respete su identidad de género, comenzando por permitirles el cambio de nombre para que no sean víctimas, entre otras cosas, de humillaciones, burlas y vejaciones en todos los ámbitos sociales, y así puedan sentir que su apariencia física está en sintonía con su documento de identidad.