Poliamor: Una relación de pareja no se basa en dos y el amor es igual para todos sus integrantes
Las personas que practican el poliamor tienen claro que el amor no debe estar centrado en solo una persona.

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Las personas poliamóricas se sienten bien compartiendo sentimentalmente con más de una persona y es aceptado por todas las partes.
El poliamor se basa en amar a varias personas al mismo tiempo y establecer una relación sentimental con ella, de forma consensuada, consciente y ética. La palabra tiene sus comienzos en el inglés ‘polyamory’ que, a su vez, guarda su origen en el latín que significa ‘muchos amores’.
El término fue acuñado a principios de los 90, fecha en la que el poliamor comenzó a desarrollarse como un movimiento social a escala mundial, también se conoce como poliamoría y las personas que se identifican con el poliamor, son descritas como poliamorosas, poliamóricas, poliamoristas o sencillamente poli.
El poliamor se comenzó a expandir en Estados Unidos en los años 60 y sus seguidores creían que una relación compuesta por más de dos personas era normal y respetable como la monogamia que, además, ha estado presente en muchas épocas, aunque de forma oculta.
Las personas que defienden el poliamor, exponen que están a favor de que el amor no debe estar restringido, alegando que, si quieres a esa persona, deseas lo mejor para ella incluyendo el permitirle ampliar su vida amorosa, bajo la condición de que es el amor entre las personas que integran la relación sin exclusión.
Se debe hacer la aclaratoria que poliamor no es lo mismo que swinging, es decir, intercambio de parejas, o de las parejas abierta, donde existe una pareja principal que tiene una relación sentimental y se le permite tener un contacto sexual con otras personas, más no establecer una relación del mismo tipo. En cambio el poliamor deja la libertad de amar a varias personas y todos los integrantes tienen el mismo grado de participación.
“La monogamia nos dice qué podemos esperar. El poliamor, no. No hay modelos rígidos solo matices y tonos de gris. Eso es al mismo tiempo una bendición y una maldición. El poliamor considera que las relaciones son, ante todo, algo minuciosamente adaptado a las necesidades específicas de las personas involucradas. Al mismo tiempo no da un camino claro que seguir, no hay atajos hacia una ‘buena relación’. Abandonar los puntos de referencia de la monogamia puede dar miedo. Sin ellos ¿cómo sabremos qué hacer?”, reflexionan Franklin Veaux y Eve Rickert en su libro Más Allá de la Pareja.
Las personas que practican el poliamor tienen claro que el amor no debe estar centrado en solo una persona, tienen como premisa que ese amor y afecto puede repartirse entre todas las personas que conforman la relación. Se entiende como otra manera de observar las relaciones amorosas, siempre y cuando se establezca el respeto y sea sana.
Algunas personas que viven en una relación bajo las características del poliamor marcan días específicos para estar todos juntos y otros que se alternan para convivir en parejas de forma igualitaria. O lo dejan al azar, pero teniendo en cuenta que el reparto será equitativo. Algunos viven juntos, otros separados, y también existen aquellos que se juntan para viajar.
Pero el poliamor no escapa de quienes la defiendes y los que están en contra, teniendo en cuenta que la sociedad se ha establecido bajo las bases de una cultura de monogamia, donde lo que es bien visto o esta moralmente aceptado son las relaciones de pareja de dos, conocidas como monogamia.