Terapias de conversión en España, continúa la lucha para erradicarlas

No califica la homosexualidad como enfermedad, y por ende no es una situación que deba ser sanada.

Foto: Pixabay.

Científicos y expertos consideran que estas dejan daños psicológicos en las personas a quienes les son aplicadas

En 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó a la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Sin embargo, es sabido que en diferentes países del mundo se practican las denominadas “terapias de conversión”, que tienen como objetivo principal “curar la homosexualidad”.

En España se conoce que todavía se practican estas terapias, pese a que la comunidad científica considera que no son eficaces y que no arrojan resultado alguno, por el contrario afectan la salud mental del ‘paciente’, creando sentimientos de vergüenza, depresión y ansiedad, además de ser un punto que sustenta la discriminación hacia la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI), convirtiendo además, a quienes las practican en violadores de la ética médica y sus principios.

No solo tienen implicaciones en la parte física, la idea de presentar terapias para curar la homosexualidad pone de manifiesto el reforzamiento de la idea de que la sexualidad no binaria, implantada por la sociedad y sus condicionantes morales, no es correcta y por ello debe ser cambiada y modifica.

Sumado a ello, hace que la LGTBIfobia crezca dentro de la sociedad, poniendo en riesgo a la comunidad. Además de fomentar y generar el rechazo a una población que constantemente atraviesa por situaciones de violencia y discriminación por tener un estilo de vida distinto al socialmente impuesto.

Saúl Castro, fundador de la Asociación Española contra las Terapias de Conversión, creada para investigar esta práctica y denunciarla en España, sostiene que “las terapias de conversión son “prácticas destinadas a modificar la orientación sexual y/o expresión de género de las personas para acomodarlas a unos patrones cisheteronormativos”.

Además, cuestiona que, al ser denominadas terapias, implican que la persona que la recibe tiene algún problema o condición diagnosticada que debe solucionar bajo ayuda y asesoramiento médico, pero como bien se dijo al principio, no califica la homosexualidad como enfermedad, y por ende no es una situación que deba ser sanada.

No obstante, en el caso de España en su intento por defender y respetar a la comunidad LGBTI, tiene sobre la mesa un borrador sobre la “Ley Trans” en el que incluye la prohibición de las terapias de conversión de orientación sexual, así como el apoyo a la no discriminación por razón de identidad sexual, entre otros.

Las terapias de conversión, son sin duda uno de sus principales objetivos, teniendo en cuenta que estas normalmente se practican mediante intervenciones psicológicas que pretenden cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona. La nueva ley prohibiría la realización de estos métodos, destinados a modificar la identidad de género de las personas, sin importar que sea bajo su consentimiento o el de sus representantes legales.